II Aniversario Territorial de Navarra – Asociación Kawasaki Vulcan España

Este fin de semana en Estella – Lizarra, he oído comentarios que, aunque me han satisfecho y acrecentado el ego, no se ceñían a la realidad, que si «escribes muy bien», «que haces unas crónicas muy bonitas», y el que más me ha llamado la atención: «¡qué cantidad de adjetivos y qué forma de aplicarlos!»

En realidad, yo no sé escribir, no he tenido una formación específica para ello, el empleo de adjetivos podría ser riqueza de vocabulario y pura verborrea, la que he tenido que usar para poder ligar con las chicas en mi época. Tampoco soy cronista, mis escritos no se ciñen a la realidad concreta, un cronista es como un notario que levanta acta, con mayor o menor gracia literaria sobre un acontecimiento, tan solo soy un mero redactor al dictado de mi corazón. Él dicta y yo transcribo, aunque para los que hemos hecho psicología, sabemos que el corazón no piensa ni se emociona, es el cerebro, pero como el corazón sí que padece, en mi caso, le voy a dar el protagonismo que se merece dejando que sea él quién me dicte, ¡que hable pues!

Cuando perteneces a una asociación como es el VRAS, y acudes con bastante frecuencia a las concentraciones que organizan personas o territoriales, parece que ya nada te va a sorprender, sin embargo, durante el viaje de vuelta te van acudiendo al pensamiento recuerdos y sensaciones que te amenizan el viaje, más si es en solitario como era mi caso. Navarra no ha sido una excepción, para mí la novedad estuvo en ir acompañado por dos socios más de mi comunidad Piluca y el Negre desde Cariñena, lugar ya conocido por la última concentración Aragonesa del VRAS.

toni gp

Disfrutamos del viaje por las carreteras aragonesas y navarras, en éste caso con buen pavimento en la mayoría del trayecto, exceptuando desde Fuentedetodos, lugar natalicio y donde se encuentra un museo dedicado a Goya hasta la misma Cariñena, no miento si digo que en esto momentos ese trayecto es una pesadilla para cualquier motero custom debido a las obras de la carretera que ya hacían mucha falta. A partir de Cariñena carreteras con pavimento aceptable y una magnífica temperatura. Decorando la ruta, las flores de san Juan, también conocido por Hipérico, formaba abundantes ramilletes propios de su especie a lo largo del arcén. Justo entre Aragón y Navarra se nos aparecen las llamativas y majestuosas formaciones montañosas conocidas por las Bardenas Reales.

Merece la pena parar un momento para observarlas despacio y hacer una foto de recuerdo. Dejamos a Aragón con sus campos y sus pueblos hechos de casas de adobe y piedra, abuelos sentados a la sombra que nos saludan y miran curiosos el paso de nuestras motos, paso con el rugir sereno de nuestros motores procurando no perturbar su calma, pueblos entristecidos y viejos, más incluso que sus habitantes, la España que se vacía ante la inoperancia de nuestros políticos. Un amigo me comenta con frecuencia que ya no merece la pena ir a lugares que hasta ahora parecían no existir porque en todas partes estaba masificado por visitantes curiosos, yo no lo creo, creo que la esencia más importante que tenemos en éstos pueblos aún está por descubrir, y a ellos aún merece la pena acercarse

vras en navarra

Comida en ruta y hasta Estella solo nos queda un paseo. Navarra nos acoge con sus mejores bienes, campos fértiles de árboles y pasto, ganado bovino que pasta manso y riqueza de agua, que como una vez escuché de un paisano cerca de Pamplona sobre los prados y bosques verdes «Navarra es así porque pagamos el impuesto de la lluvia».

Llegamos al hotel con el sol forzando nuestro deseo de tener acomodo en el hotel, somos de los primeros, solo Metro se adelantó. Pekas, Amayuski y un compañero motero que después sabríamos que era el fundador de los Íberos nos ayudarían hasta el hotel y nos darían una cálida bienvenida. El viernes tan solo tenemos un instante para tomar el pulso a la ciudad, una ducha y una cerveza con los amigos que nos acogen o ya están y abrazos a los que van llegando para reconfortarles de su viaje. Excelente cena en un restaurante del hotel y algunas copas para empezar con buen pie la semana.

El sábado iba a ser bastante más bullicioso de lo esperado. Por una parte, nosotros, los «vulcan del mundo», como me dijo Pekas, los VRAS que nos acercábamos a saludar y celebrar con Navarra su segundo aniversario con el deseo de que vengan muchos más, los Íberos de Estella, recientemente creado, y los Berones de Logroño, entre medias, un popurrí de amigos de unos y otros, en total, se formaría un grupo no solo numerosos, sino de moteros extraordinarios.

navarra motos

Tras las correspondientes fotos de recuerdo, el grupo iniciaba la ruta hacia la sierra de Aralar en pleno parque natural de Aralar, entre Navarra y Guipúzcoa, la ruta alcanzaría la parte más alta de la meseta donde encontramos la ermita de San Miguel de Aralar Aquí convendrá detenernos un momento en la leyenda que dio pié a la construcción de dicha ermita.

Parece ser que antes de los reyes de Navarra, existía el Señor de Goñi, el cual tuvo que abandonar su hogar para luchas contra los musulmanes. Su esposa, Dña. Constanza se queda con los padres del Sr. de Goñi. Volviendo su señor victorioso, alguien, dice la leyenda que el diablo, le contó que Dña. Constanza mantenía relaciones con un criado, ya os podemos imaginar que se puso bastante colérico el Sr. de Goñi, y sin pensárselo dos veces pasó a cuchillo a las dos personas que yacían juntas sin saber que su esposa había cedido su propia cama a sus suegros y padres de su esposo. En fin, que el Papa de turno le impuso la pena de vagar con unas cadenas hasta que estas se rompieran. Pensamos, al Sr. de Goñi le fastidiaría bastante vagar con las cadenas monte arriba y monte abajo. Conclusión, eran brutos pero no tontos, contó que se le había aparecido el arcángel y le había librado de sus cadenas. Como sabía que la iglesia no se lo tragaría, erigió la ermita para más grandeza de dios, y al mismo tiempo, el clero sacaría tajada. Todos contentos.

Tratándose de Navarra y Euskadi nos podemos imaginar el paisaje para quienes no hayan estado, verde, frondoso, y con unas vistas espectaculares.

Unas yeguas, muy cariñosas y algunas vacas sobradamente acostumbradas a la presencia del ser humano pusieron su punto anecdótico a la visita, eso añadido a lo espectacular del paisaje hicieron que el destino de la ruta mereciese la pena, muy recomendable para quién no haya venido y pueda hacer alguna visita algún día, eso sí, asegurarse de que el día sea soleado.

La comida excelente, y como postre, la entrega oficial de parches a cinco nuevos socios: Javi, de Navarra, a Javitxu y María Jesús de Euskadi, y de El Negre y Piluca de la Comunidad Valenciana. De éstos últimos estoy particularmente contento, ya son los segundos desde que soy socio después de Tito, y fruto, en parte, del X Aniversario de Benicasim. Además, se hizo intercambio de reconocimientos entre VRAS, Íberos y Beroneses.

vras noche

De vuelta a Estella, pasamos por el Txoper kultur Elkartea klub, un…es difícil de calificar, garito motero, albergue de peregrinos, no sabría muy bien cómo calificarlo, pero lo que sí sabría todo motero es cómo disfrutarlo, un lugar mágico, se nota que es la ilusión de su propietario, no solo refleja su personalidad, refleja un ambiente de aventura, de carácter, está a rebosar de curiosidades dignas de un antro en el que el motero sabe que comparte el mismo espíritu de cuantos lo visitan. Imperdonable pasar por allí y no visitarlo.

De vuelta a Estella, Alakran de los Berones, dio muestras de ser un auténtico motero, no dejando atrás a un grupo que se rezagaba, nos recogió, nos acompañó y nos llevó hasta Estella, sin dejarnos, a unos cuantos que andábamos rezagados, ese es el espíritu que quiero ver y reconocer en cualquier motero, todos llegan cuando llega el último.

Por la tarde, un paseo con unos cuantos amigos para conocer un poco más Estella, para pasear por sus centenarias calles tratando de buscar el espíritu de aquellos que le dieron esplendor y la hicieron grande: la calle mayor, la iglesia de San Miguel, el puente del pico o le la cárcel, Rua Curtidores, Plz de San Martín, puente Azucarero y vuelta a plaza de los Fueros para cenar con los compañeros.

Me muestro alegre cuando me despido de vuelta a casa, pero sé que tan solo partir ya tendré añoranza de volver. Me siento afortunado de pertenecer al VRAS, porque no es solo nuestra asociación, es una asociación que sabe relacionarse y respetar a otras que emplean su esfuerzo y tiempo para ayudarnos cuando se les necesita.

pekas y amaia

Pekas y Amaia se merecen un reconocimiento a parte, todos han participado, (pero en ausencia de Allucant y Gorramendi el viernes y casi todo el sábado) se han mostrado como unos auténticos anfitriones, nos han cuidado y mimado de manera extraordinaria. Sinceramente opino qu,e sin vuestra compañía y natural alegría, Navarra no habría sido lo mismo, no importa lo que se da, importa cómo se da, y vosotros lo dais todo con vuestro abrazo.

-ToniGP-

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